El pasado Lunes, celebramos la primera sesión de la escuela de familias en la que tratamos el tema de "Modificación de conducta".
En este enlace podréis encontrar las ponencias, para aquellas familias que, estando interesadas, no pudieron asistir o para quién quiera consultar algún contenido. Dicha sesión consistió en una ponencia por parte de DºAntonio Romera Lao, maestro y psicólogo del Equipo de Orientación Educativa y posteriormente la resolución, en grupo, de algunos supuestos prácticos.
Espero que fuera de vuestro agrado y os esperamos para la próxima que versará sobre los celos.
¡¡Muchísimas gracias por vuestra asistencia!!
Información para padres
Cómo aprenden nuestros hijos
La respuesta es fácil. Nuestros hijos aprenden igual que nosotros, y nosotros
aprendemos como lo hacen todos los demás
seres vivos. No somos muy diferentes en esto
que el resto de los animales. Es cierto que hemos
ido descubriendo modos de acelerar estos
aprendizajes, pero los modos básicos son los
mismos.
Existen dos manera de aprender. Se
llaman el condicionamiento clásico y el
condicionamiento operante.
El más importante para nuestros
propósitos es este último. Realizamos una
actividad, y si ésta obtiene el premio que pretendemos, la repetiremos con
más frecuencia. Si no lo obtiene o si es castigada de alguna forma, no la
repetiremos más.
Lo importante, pues, es el reforzamiento. Todo comportamiento,
para poder ser aprendido debe ir seguido de algo agradable para el que lo
hace. A ese “algo” agradable lo llamamos “
reforzador positivo”.
que haga. Es importante reforzar la conducta tras su realización.
la observación de la misma y es imprescindible para poder evaluar la eficacia
serie de comportamientos incompatibles con el primero que reforzaremos
- Decirle a menudo lo orgulloso que estamos de él y de su comportamiento.
Para que dicho refuerzo sea eficaz, debe ser:
- Inmediato, para evitar que sea reforzada cualquier otra respuesta
que se realice entre el comportamiento y el premio.
- Frecuente: Cuantas más veces reforcemos una respuesta, más
fuerte se hará y más resistente a la extinción
Estrategias y técnicas para facilitar el aprendizaje
a) Instigación verbal: Consiste en explicar al niño qué es lo que queremos
que haga. Es importante reforzar la conducta tras su realización.
b) Modelado: El niño observa la conducta de un modelo. Luego realiza
dicho comportamiento, obteniendo el premio esperado.
C) Moldeado: Se utiliza para enseñar nuevas conductas mediante el refuerzo
de comportamientos que se van pareciendo cada vez más al que
pretendemos enseñar.
D) Encadenamiento:
Se emplea para enseñar conductas complicadas,
compuestas por varios comportamientos diferentes. Se van premiando éstos
hasta llegar a la conducta objetivo.
Programas de modificación de conducta
Ya sabemos cómo se enseña y cómo se aprende el comportamiento.
Esos mismos principios nos van a servir para
modificar aquellas conductas que se han "colado"
en el repertorio de nuestro hijo y que nos
disgustan sobremanera.
I) FASES
A) DEFINIR EL PROBLEMA.
Antes de hacer cambios hay que saber qué es lo
que se quiere cambiar. Sea específico, defina y aísle
el problema: ¿Qué es exactamente lo que el niño
hace y que le disgusta?, ¿Qué es lo que Ud. quisiera
que hiciera más o menos a menudo?
B) ELECCIÓN DE LA CONDUCTA A TRATAR
Uno de los errores más corrientes en la modificación de conducta consiste
en tratar de cambiar todos los comportamientos a la vez. Muy al contrario,
es necesario centrarse en cada problema uno a uno, resolviendo uno antes
de pasar al siguiente.
Clasificaremos los problemas por orden de importancia y empezaremos por
el menos significativo, por aquel que podamos solucionar con rapidez.
C) DETERMINACIÓN DE LA LINEA BASE
Para conocer bien una determinada conducta deben conocerse cuáles son
sus características topográficas, es decir, con qué frecuencia ocurre, qué
estímulo la provoca y qué refuerzo la mantiene. Esto se consigue mediante
la observación de la misma y es imprescindible para poder evaluar la eficacia
de nuestro programa.
D) APLICACIÓN DE LA TÉCNICA APROPIADA
TÉCNICAS:
1.- Ignorar la conducta inadecuada.
Así, cada vez que aparezca la conducta
elegida, no se le debe prestar atención, a menos
que, por supuesto, comporte algún daño físico
para alguien, en cuyo caso hay que usar un castigo
adecuado a la acción.
Es necesario tener presente que al principio,
nuestro hijo, acostumbrado a recibir cierto
refuerzo por su conducta, reaccionará elevando la
frecuencia y la intensidad de dicho comportamiento
en un fenómeno que se conoce como
tren
de respuesta en la extinción
. Es, por ello, imprescindible no caer en el frecuente
error de atenderlo de cualquier modo durante ese incremento, por cuanto
empeoraríamos la situación.
2. - Castigo
Hay conductas que no pueden ser ignoradas. Conductas motoras
como golpear a su hermano pequeño, romper cosas de valor... y verbales
como insultar gravemente. En este caso ignorar el comportamiento puede
conllevar consecuencias graves para la buena marcha de la dinámica familiar.
Sin duda, el castigo más efectivo es el llamado "TIEMPO FUERA",
que consiste en, inmediatamente después de haber realizado una de esas
conductas, aislarlo en alguna dependencia de la casa habilitada para ello y en
la que no pueda recibir ningún tipo de refuerzo.
No es aconsejable un período de tiempo-fuera de más de veinte minutos.
Los períodos de tiempo más cortos están más indicados
3.- Reforzar la conducta adecuada incompatible.
Paralelamente a la elección de la conducta a modificar, debemos elegir una
serie de comportamientos incompatibles con el primero que reforzaremos
esta técnica supone lo contrario, es decir: sorprender al niño cuando se porta
bien, y hacer un comentario adecuado para recompensarlo por su buena
conducta aunque sólo sea un ligero inicio de esa buena conducta deseada.
4.- Economía de fichas.
Es una modalidad especial de reforzamiento positivo. Una ficha es un
objeto, un bono, un papel firmado, etc que se puede cambiar por cosas
materiales o actividades que tienen valor de reforzador para el individuo.
Las reglas de funcionamiento deben quedar muy claras, antes de que
comience el programa. Se deben definir de modo
preciso, las conductas que ganan fichas y cómo se
pueden gastar esas fichas, y las conductas por las
que se pierden fichas.
E) EVALUACIÓN DEL PROGRAMA
Tras un período prudencial (dos quincenas
aproximadamente), volveremos a repetir el primer
punto de este proceso, evaluando sus resultados.
Es también importante tener presente que
pueden ocurrir fenómenos como el de la
recuperación espontánea
, en el que la respuesta puede
reaparecer temporalmente. Es, asimismo, imprescindible, no prestar
atención a dicha recuperación, por cuanto entorpecería el proceso y lo
dificultaría enormemente.
INSTAURAR EL ROL ADECUADO.
Los humanos nos comportarnos de manera diferente según donde nos
encontremos. Hay niños que son los alumnos perfectos en el colegio,
mientras que en casa, los padres no pueden con ellos. Y eso ocurre,
principalmente, por el papel o rol que se le ha hecho creer. Es necesario,
pues, tener mucho cuidado en instaurar en nuestros hijos el rol que nos
conviene. Para ello, debemos:
- Calificar su comportamiento, no su condición. Podemos decirle “hoy no
me ha gustado tal comportamiento” y no, “eres un niño muy malo”.
- No comparar con los hermanos ni con otros familiares.
- Decirle a menudo lo orgulloso que estamos de él y de su comportamiento.